Bolaño
junto con Mario Santiago y otros dieciocho jóvenes poetas, mexicanos casi
todos, fundaron en México el movimiento poético conocido como infrarrealismo.
Creador de tantas controversias como admiraciones, Roberto Bolaño era comparado
por autores de la talla de Cortázar y Borges. Si es así, veamos las diferencias
entre ellos a la hora de aconsejar cómo escribir cuentos.
Consejos dados en una entrevista a los 44 años de
edad
- Nunca abordes los
cuentos de uno en uno. Honestamente, uno
puede estar escribiendo el mismo cuento hasta el día de su muerte.
- Lo mejor es escribir
los cuentos de tres en tres, o de cinco en cinco. Si te ves con
energía suficiente escríbelos de nueve en nueve o de quince en quince.
- ¡Cuidado!: la
tentación de escribirlos de dos en dos es tan peligrosa como dedicarse a
escribirlos de uno en uno, pero lleva en su interior el mismo juego sucio y
pegajoso de los espejos amantes.
- Hay que leer a Quiroga,
hay que leer a Felisberto Hernández y hay que leer a Borges.
Hay que leer a Rulfo, a Monterroso, a García Márquez. Un cuentista
que tenga un poco de aprecio por su obra no leerá jamás a Cela ni a Umbral. Sí
que leerá a Cortázar y a Bioy Casares, pero en modo alguno a Cela y a Umbral.
- Lo repito una vez
más por si no ha quedado claro: a Cela y a Umbral,
ni en pintura.
- Un cuentista debe
ser valiente. Es triste reconocerlo, pero es así.
- Los cuentistas
suelen jactarse de haber leído a Petrus Borel. De hecho es notorio
que muchos cuentistas intentan imitar a Petrus Borel. Gran error:
¡Deberían imitar a Petrus Borel en el vestir
- ¡Pero la verdad es que de Petrus
Borel apenas saben nada! ¡Ni de Gautier, ni de Nerval!
- Bueno: lleguemos a
un acuerdo. Lean a Petrus Borel, vístanse como Petrus Borel, pero lean también
a Jules Renard y a Marcel Schwob, sobre todo lean a Marcel Schwob y de éste
pasen a Alfonso Reyes y de él a Borges.
- La verdad es que con
Edgar Allan Poe todos tendríamos de sobra.
- Piensen en el punto
número nueve. Uno debe pensar en el nueve. De ser posible: de rodillas.
- Libros y autores
altamente recomendables: De lo
sublime, del Seudo Longino; los sonetos del desdichado y valiente Philip
Sidney, cuya biografía escribió Lord Brooke; La antología de Spoon
River, de Edgar Lee Masters;Suicidios ejemplares, de Enrique
Vila-Matas.
-Lean estos libros y
lean también a Chéjov y a Raymond Carver, uno de
los dos es el mejor cuentista que ha dado este siglo.
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