Rústica, 2012.
72 p.
Este libro tal como podemos leer
en la contratapa relata una historia de solidaridad, de respeto y compromiso.
Nos habla de la coherencia entre lo que se piensa, se dice y se hace. Nos
cuenta de asambleas y rondas de mate, pero además nos invita a soñar un futuro
mejor para todos y todas. Este libro nos habla de la dignidad humana de la
lucha. Con colores, con palabras y, sobre todo, con mucho amor.
A través de esta obra podemos
conocer a Darío Santillán, el joven militante brutalmente asesinado a mediados
del 2002, pero no es simplemente su biografía sino que nos invita a sensibilizarnos
con su vida y su lucha:
“[…] es tiempo
de escribir y beber y comer del plato de la dignidad, del trabajo y del cambio
social. Todos juntos.
Ningún ser
humano por encima de otro, sabes Claudia, ni ricos ni pobres. La tierra, el
trabajo, la salud, la justicia y la educación para todos y para todas.”
Un chico de un barrio humilde que crece en el seno de una
familia trabajadora rodeado de amor. Historia de abuelo, escuela, cumpleaños,
carencias, mate, libros, asambleas, más libros, el otro, todo esto confluye en
Darío, en la lucha, impulsa su lucha por la dignidad humana.
Con un origen testimonial Darío fue
realizado con sus recuerdos, testimonios de sus amigos y compañeros, su diario
y documentos de los hechos de nuestra historia reciente. Es así que, atendiendo
al paratexto al que hace referencia Gema Lluch[1],
encontramos en la primera hoja las palabras iniciales de la autora:
“Esta
escritura me ha permitido poner en palabras la vida de Darío Santillán,
asesinado ferozmente durante la masacre de Avellaneda el miércoles 26 de junio
de 2012.
No hallé otra manera
de llorar que no sea con la palabra deshilachada en cada testimonio que leí, en
cada charla, en cada documento que después hice ficción para poder abrir bien
los ojos. Todos los cominos me llevaron a saber
que donde nos encontramos es en la lucha”.
La autora toma una postura ideológica totalmente
reivindicadora, y continuadora de la lucha de Darío a través de esta obra y de
estas palabras.
Hacia el final de libro también vemos
un apartado que nos sitúa en el contexto social que enmarca la vida de Darío y
da origen al movimiento “piquetero”. Además contamos con las notas aclaratorias
de hechos importantes de la historia nacional y de la vida de nuestro
protagonista.
Siguiendo las palabras de
Chartier[2]
debemos tener en cuenta también la lectura histórica que podemos hacer de
nuestra obra como representación cultural del momento histórico que vivimos en
el 2012 y que dio lugar a esta publicación.
El sociólogo Mills sostiene “Ni
la vida de un individuo ni la historia de una sociedad puede entenderse sin
entender ambas cosas”[3]. Por lo que considero valioso trabajar con
esta obra porque nos introduce en nuestra historia reciente, nos proporciona
otra manera de mirar las luchas sociales. En este caso particular, no permite
acercarnos a Darío, conocerlo como sujeto histórico y nos brinda la oportunidad
de pensarnos a cualquiera de nosotros como él. Es decir como seres que podemos
enfrentarnos a las injusticias y reclamar por nuestros derechos para tener un
mundo mejor.
Es un libro que nos consiente
abordar todo el proceso histórico a través de la vida de Darío, no sólo conocer
su vida.
Es una obra dura, tanto como lo
fueron los hechos, pero que pretende ser una herramienta que ayude a acercar la
historia de estos últimos 10 años a los jóvenes.
[1] LLUCH, Gemma. Cómo analizamos
relatos infantiles y juveniles. Editorial Norma, 2004.
[2] CHARTIER, Roger, et al. Cultura
escrita, literatura e historia: coacciones transgredidas y libertades
restringidas. Fondo de Cultura Económica, 1999.
[3] MILLS, Charles Wright. La
imaginación sociológica. Fondo de Cultura Económica, 1961.
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